En los últimos días, cuando parecía que las cosas se empezaban a calmar en el mundo cripto después de la debacle de FTX, nuestro mundo vuelve otra vez a ser noticia debido a las dudas de que el mayor exchange del mundo, Binance, sea insolvente.
Este informe pretende arrojar un poco de luz ante esta situación y dejar de lado la rumorología presente en los últimos tiempos.
Para entender la situación actual de dudas sobre Binance tenemos que remontarnos unas semanas atrás, a mediados de noviembre, cuando el segundo mayor exchange de criptomonedas, FTX, se declaraba en bancarrota.
Esta crisis que removió los cimientos del mundo cripto hace unas semanas, y sobre la que ya hablamos en este artículo, provocó que buena parte de los exchanges más importantes del mundo, con Binance a la cabeza, se apresurasen a presentar auditorías que mostrasen su solvencia y así calmar los ánimos.
Lo que en su momento parecía un movimiento razonable y una buena estrategia de lavado de cara de nuestros amigos los exchanges centralizados (léase lo de amigos con tono irónico) les está saliendo regular. En los últimos días el mercado se vuelve a agitar al ver que estas supuestas auditorías no son ni mucho menos completas, generando dudas hasta a los mismos auditores.
Contra el FUD y la rumorología no hay mejor medicina que los datos y la objetividad. Aunque los exchanges centralizados son bastante opacos y hay datos que no se pueden llegar a saber, la blockchain nos permite investigar por nuestra cuenta para tratar de aclarar algo esta situación.
Pero primero, un poco de historia.
Binance es Changpeng Zhao y Changpeng Zhao es Binance. Zhao, conocido como CZ en el sector, es un empresario chino-canadiense que, antes de fundar el exchange, ya había fundado una empresa especializada en el trading de alta frecuencia. Su primera incursión en el mundo Blockchain fue en 2013, entrando en Blockchain.info.
A día de hoy, el fundador de este exchange se podría considerar una especie de “Elon Musk” del mundo cripto. Muy activo en Twitter, son sonadas sus publicaciones en la red social donde atacaba de forma más o menos velada a otros colegas del sector (que se lo digan a nuestro amigo Sam de la difunta FTX). Sin duda es una de las personas más influyentes del mercado.
Fundada en 2017 en China, Binance creció rápidamente gracias a, entre otras cosas, el lanzamiento de su token BNB ese mismo verano. Lanzado inicialmente como token ERC-20 en la red de Ethereum, la ICO (Initial Coin Offering) fue de 100 millones de tokens, habiendo otros 100 millones que se reservaron para el equipo fundador (80 millones de tokens) y venture capitals (20 millones). Con esta venta inicial de 100 millones de tokens lograron recaudar 15 millones de dólares que ayudaron al lanzamiento del exchange unas semanas después.
En 2019 crean la red Binance Chain de la que BNB será su token nativo, migrando buena parte de los tokens de la red Ethereum para esta red. El hándicap de esta red es que sus tokens son formato BEP2, no siendo compatibles con la red Ethereum y sus tokens ERC-20, con lo que no consiguen el uso que esperan. Debido a ello, un año después, en 2020, lanzan la red Binance Smart Chain (BSC), esta sí compatible con la red Ethereum y la EVM (Ethereum Virtual Machine). Esto permite una mayor facilidad a la hora de migrar protocolos DeFi entre estas dos redes además de facilitar la entrada de más activos provenientes del resto de redes compatibles con Ethereum. Esta estrategia resultó ser ganadora, haciendo que BSC esté entre las 3 primeras redes por TVL.
Aún con este éxito, tenemos que ser conscientes que la red BSC sigue dependiendo fuertemente de Binance al estar construida con un protocolo de consenso Proof of Staked Authority. Dicho protocolo permite un control férreo de Binance sobre los nodos validadores, lo que le permite pausar la red a su antojo. Este sistema tiene sus ventajas (ventajas inherentes a la centralización de un servicio): bajos costes, escalabilidad… pero pagando el precio de la centralización, al contar con sólo 21 nodos validadores comparados con los más de 5000 de la red Ethereum.
Cabe mencionar que BNB no es el único token emitido por Binance. También tenemos el token estable al dólar BUSD. Dicho token es emitido por la empresa Paxos (regulada por la NYDFS) en la red Ethereum, y cuenta con colateral en dólares físicos y deuda americana, custodiado en bancos americanos. Para complementar la oferta en otras redes, Binance “envuelve” dicho token emitido por Paxos para así distribuirlo en Polygon, BSC… Estos últimos no están protegidos por la regulación a la que se somete Paxos, y su seguridad depende de que Binance realmente bloquee los BUSD originales en Ethereum en la misma cuantía en la que emite los tokens envueltos en otras redes.
La capitalización de mercado del token BUSD a día de hoy supera los 18 mil millones de dólares. La del token BNB supera los 40 mil millones. Ambas están en el top 10 de criptomonedas por capitalización de mercado y entre ellas acaparan prácticamente el 7% del total del mercado cripto.
El 7% del mercado cripto está en dos monedas controladas por una empresa privada.
A día de hoy, Binance es el mayor exchange del mundo, a una distancia considerable del segundo (Coinbase). Esto ya de por sí es un riesgo enorme, aún suponiendo que Binance esté actuando correctamente con los activos que gestiona.
Como mencionamos antes, Binance controla 2 criptomonedas que acaparan el 7% del mercado total, pero no sólo eso, en su exchange se mueven diariamente más de 10.000 millones de dólares en intercambios, lo que supone más del 20% de todo el capital que se mueve al día en cripto. Además, sus activos custodiados superan a día de hoy los 50.000 millones de dólares, lo que supone alrededor de un 7% del volumen total de activos del sector.
Que una empresa privada tenga tanto poder sobre un sector que además no está regulado supone un riesgo muy elevado para todos los inversores. Evidentemente no decimos que vayan a cometer ilegalidades, pero al no estar regulados pueden realizar acciones que afecten negativamente a los inversores sin que estos últimos estén cubiertos de ninguna forma.
Por poner un ejemplo, según datos del informe de CryptoQuant, podemos ver que el volumen de negocio SPOT de BTC del 13 de diciembre en Binance representaba casi el 80% del total seguido por Coinbase con sólo un 11%. Esta situación evidencia un claro riesgo monopolístico así como un potencial poder de manipulación de precio de BTC en el mercado. No sólo eso, el mismo informe señala que entre Binance y Coinbase tienen en depósito el 56% de todos los BTC depositados en exchanges centralizados. Es evidente que esta situación atenta contra cualquier filosofía de descentralización.
Como hemos introducido en los apartados anteriores, las experiencias vividas este año con respecto a los servicios centralizados han repercutido de forma muy negativa en la credibilidad del sector.
Para surfear la ola del colapso de FTX, la mayoría de los exchanges centralizados se han apresurado a publicar auditorías y datos financieros para mostrar al mundo que son solventes. El problema radica en el alcance de estas auditorías. En el caso que nos ocupa, Binance ha realizado los siguientes movimientos:
Respecto a este último informe, tal ha sido el revuelo que se ha montado respecto a la poca rigurosidad del análisis, que Mazars, la empresa de auditorías detrás de este estudio, ha pausado su división dedicada a auditorías de empresas de criptomonedas, debido a la dificultad de presentar informes completos y fiables.
Este informe, que ya no está disponible porque la auditora lo ha borrado, reflejaba la situación a nivel de activos y pasivos de Binance sólo referente a Bitcoin. En dicho estudio se informaba que Binance tenía en su haber el 97% de los bitcoin depositados por sus clientes y que, si se tenía en cuenta los bitcoins que habían prestado a otros clientes, la cobertura de su deuda llegaba al 101%. Es decir, Binance es solvente (por lo menos en lo referente a bitcoin).
Este dato en sí no es malo ni mucho menos, pero es claramente incompleto y genera dudas en el sector. El informe sólo muestra la situación respecto a Bitcoin y no otras criptomonedas (siendo bitcoin menos del 15% del total de activos de Binance) y, a su vez, sólo refleja el estado de cuentas en cuatro redes (Bitcoin, Ethereum, BSC y Binance Chain).
¿Por qué Binance, como líder absoluto del sector, vende una transparencia que luego resulta ser parcial? ¿Por qué presenta datos tan incompletos?
En estos momentos, el volumen total de activos de Binance supera los 50.000 millones de dólares. Según datos de la plataforma Nansen, el 27% del total de activos están en token BUSD y el 10% en BNB. Casi el 40% del total de activos de Binance están en tokens emitidos (o al menos controlados en cierta manera) por ellos.
Es importante tener en cuenta que estos datos que se pueden conseguir de forma pública (rastreando la información en las redes blockchain) no son ni mucho menos completos ya que:
De cara a entender bien la situación actual de Binance y sus redes asociadas, es imprescindible conocer el funcionamiento de su token principal, BNB.
Como ya comentábamos en la introducción, este token se creó inicialmente como una forma de financiar el lanzamiento del exchange de Binance. Para ello se creó por primera vez como token ERC-20 nativo de la red de Ethereum y posteriormente se convirtió en el token nativo de las dos redes que lanzó Binance, la original Binance Chain y la actual Binance Smart Chain compatible con Ethereum.
El token BNB inicialmente se lanzó con 200 millones de unidades, de las cuales, durante el reparto inicial, 20 millones se entregaron a business angels, 80 millones se repartieron entre el equipo fundador y otros 100 millones se lanzaron para el resto de inversores mediante una ICO.
A día de hoy las utilidades principales de este activo son:
Como medida para incrementar gradualmente el valor del token, durante la creación de bloques de la red BSC existe un mecanismo automático de “quema” de tokens. En función de diversos parámetros, parte de las comisiones cobradas durante la creación de cada bloque se eliminan, consiguiendo así reducir el suministro total de tokens. El objetivo del sistema es llegar a una cantidad total en circulación de 100 millones de tokens (la mitad de lo lanzado).
A día de hoy, el reparto entre las diferentes redes es el siguiente:
Cabe mencionar que la dirección con más de 150 millones de tokens de la red BSC, el Token Hub, es el puente para el token BNB entre la red de Binance original y la red BSC. Es decir, a priori son tokens bloqueados y que sólo se desbloquean cuando se quiere mover BNBs desde la red BEP2.
Como reflexión respecto a estos datos, parece incuestionable el elevado peso de direcciones gestionadas por Binance en el montante total de tokens BNB. Esto otorga a Binance un peso enorme, ya que la mayoría de tokens en circulación están en su haber, lo que le permitiría poder manipular el mercado haciendo inflar de forma artificial el precio del token. Ni mucho menos esto es una acusación ya que carecemos de pruebas, pero el riesgo existe y no hay ninguna limitación tecnológica que se lo impida.
Con los datos presentados, parece evidente que la situación financiera de Binance nada tiene que ver con el reciente caso de FTX. Sus cuentas parecen saneadas y creemos, con bastante seguridad, que Binance tiene suficiente solvencia como para afrontar grandes retiros de capital de sus clientes, como ya se ha demostrado estos días.
También creemos que, como una de las empresas más poderosas del sector y punta de lanza de los exchanges centralizados, debería dar ejemplo y realizar auditorías completas que muestren al público la situación real de sus finanzas. Vender una transparencia que, cuando se investiga un mínimo, se demuestra que no es tal, sólo genera dudas y pánico en el sector.
Aún partiendo de la base de que hay bastantes indicios de que la situación de Binance es robusta, su gran peso en el sector y la opacidad y centralización de sus actividades son un riesgo para el mercado que no debemos despreciar.
Por muy bien que esté haciendo las cosas, una crisis de credibilidad que provoque la retirada masiva de activos de su plataforma generaría un impacto profundo en el mercado. El gran peso de sus activos respecto a todo el sector significaría sin duda una caída de precios sustancial, lo que seguramente provocaría más pánico y un efecto arrastre en todo el sector cripto.
Disclaimer: no soy asesor de inversión y por tanto no tengo permitido legalmente dar consejos sobre ello. Este artículo es meramente informativo y refleja mi opinión, la cual, como cualquier opinión, es sesgada. Haz tu propia investigación antes de poner tu dinero a funcionar y, si así lo consideras, acude a un asesor financiero.
Autor: Emmanuel Ponte. Participo activamente en la comunidad DefiLab. Puedes encontrarme en twitter @eponte13) y en mi substack eponte.substack.com